la fotocopia feliz del edén

Aquí estamos. Bienvenidos. La idea es simple. Los autores de este sitio nos paseamos por la vida viendo lo que todos ven. Tenemos la suerte o la virtud o la obligación de registrar eso que nos asalta la vista. Lo hacemos con un lente o lo hacemos escribiendo. Dejamos el producto de nuestra exploración aquí expuesto. Ya sea que te guste o no lo que ves, gracias por la visita. Las fotos se irán rotando arbitrariamente según el criterio del selecto equipo. Mirar es ahora o nunca.

31 enero, 2006


Y si la patria está a la vuelta de la esquina,hay que apurar el paso y llegar luego con este tricolor así de rígido. Telón de fondo. Pantalla que muestra cosas, mientras con la misma gracia oculta otras. No hay, por el momento, ventolera que la haga flamear. Pabellón puertas adentro, esta pasada por la calle es solamente parte de las logísticas de un rito que veremos por la tele. Alá, en la avenida, el sol nos sigue calcinando. Más tarde, mucho más tarde, en una de esas gritaremos “viva Chile”.

Fotografía: Julio Castro
Texto:Pablo Padilla
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16 enero, 2006


A esas alturas de la tarde y su calor, ya está claro lo que pasará en un par de minutos: la victoria y su ilusión efervescente. Es cosa de ver la serena cara del perro, cansado y en espera de que algo pase allá en el escenario. Ya está todo servido para el banquete de globos y banderas.

Con la sabiduría de sus cuatro patas viajeras, el animal supo encontrar el lugar preciso para descansar, pasitos más al sur de la aglomeración. Lo demás es saber esperar por el jolgorio. El sol no derritió a los niños. El quiltro en un momento se levanta y huye entre la muchedumbre.

Para mañana, otra historia, la misma de siempre: busca tu pan, tu agua y tu sombra. Evita las patadas y los peñascazos.

Fotografía: Julio Castro
Texto:Pablo Padilla
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13 enero, 2006


Las estatuas pensantes de Santiago de Chile se tienen que exprimir los sesos bajo el sol para inventar inmovilidades novedosas que reactiven la lluvia de monedas.

Ya no basta con volverse angelito envuelto en encaje o minero metalizado. Ya no basta el disfraz de muñeca.

Ahora, justo ahora, es tiempo de esta grande ventolera. ¿Y cómo distinguir entre los que se mueven y los que no?
No nos distraigamos: cualquier día de estos, vamos y nos estrellamos contra la persona que viene doblando por la esquina, justo en dirección contraria.

Fotografía: Julio Castro
Texto:Pablo Padilla
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